Testimonios

Gastrectomia en maga - 5 años 3 meses

María Paz Araya Soto

Testimonio Cirugía Obesidad

En el año 2007 producto de la obesidad acumulada por mis dos embarazos y que fue imposible bajar con dieta, comencé con fuertes dolores de espalda, me había lesionado la columna. Tenía hernias lumbares y artrosis, tomé entonces la decisión de operarme. El médico fue muy determinante en que yo decidiera hacerlo, ya que soy joven (hace 5 años atrás era más joven), tengo dos hijos chicos, y el problema de los dolores se transformó en un círculo vicioso.  Podría hacer ejercicios, algo que desde siempre he practicado, pero estos ejercicios dañarían aún más la columna, al final lo poco y nada que podía hacer no servía de nada y los dolores no paraban.

Yo desde siempre he sido una mujer delgada, nunca tuve problemas de peso, practicaba deportes y después que me casé y quedé embarazada de mi primer hijo subí demasiado de peso, tuve que estar en cama mucho tiempo obviamente eso hizo que yo aumentara demasiado de peso. Después con el segundo embarazo yo ya tenía kilos de más, había bajado pero no lo suficiente y con el embarazo nuevamente subí mas de peso hasta llegar a 100 kg midiendo 1.70 mts. Bajaba un par de kilos pero volvía a subir. Ahí fue cuando empezaron mis problemas a la columna, principalmente intensos dolores de espalda. Me hice el examen y el resultado fue tajante revelando el diagnóstico. El médico me dice “si no te operas para bajar de peso vas a terminar en silla de ruedas en unos años más”, yo sentía que el mundo se me venía encima, entonces tomé la decisión de operarme.

Cuando me operé, bajé 37 kilos de peso con un cambio radical de la alimentación, cuidándome mucho. Empecé nuevamente a hacer ejercicio, que es lo que a mí me gusta, es como volver a la vida que tenía antes de ser gordita, hoy peso 63 kg, que era mi peso de soltera, se terminaron todos los dolores y estoy feliz.

El haber estado del otro lado, es decir de ser siempre delgada y luego pasar a formar parte de las estadísticas de los gorditos cambia la perspectiva de lo que uno siente de la vida. Estoy feliz porque volví a tener la energía que tenía antes, las lesiones a la columna ya están, no van a desaparecer* pero yo les mentiría si he sentido algún dolor. No tengo ningún problema en este minuto.
*Nota: Recientemente se han publicado resultados que muestran que las lesiones de columna, como por ejemplo la disminución de los espacios entre las vértebras producto de la disminución del grosor del cartílago de los discos intervertebrales en pacientes con obesidad mórbida, después de dos años de post operados y con bajas de peso muy significativas, los discos recuperan su altura en prácticamente el 80% de los casos, sin dejar secuelas.

Ante la pregunta: ¿Recomendarías operase a otros pacientes?, la respuesta fue: - “Absolutamente, no tuve ningún problema”.

¿En qué cambió tu alimentación?

El primer año uno empieza a comer de nuevo como la dieta de un bebe, papillas, sopita, de a poco se van incorporando alimentos y cuando el Dr. me indica que ya puedo comer de todo uno va probando. Hay cosas que nunca más vuelves a probar porque no te gustan o porque no te caen bien. En mi caso, por ejemplo, a mí me encantaba el choripán (longaniza asada a las brasas dentro de un pan) ahora no he podido nunca más comerlo, cuando me dieron autorización de comer de todo probé un poquito y me cayó mal y de ahí no más.

Mi alimentación cambió a bastante sana, mucha verdura, tuve que incorporar pollo y pescado por las proteínas, tomo vitaminas cada cierto tiempo y el Dr. Raimann me indicó cada 3 meses Neurobionta (Vit B1, B6, B12 Inyectable intramuscular).

Tanto así fue mi motivación que mi marido también se operó al año siguiente, él estaba pesando 117 kg y no tenía ningún problema, bajó 40 kg.

Todo esto es un trabajo constante, la verdad que si uno no se mantiene en el tiempo cuidándose de la alimentación y cambiando muchos hábitos es imposible mantenerse en el peso. No es mágica la cosa, la cirugía ayuda bastante pero después la responsabilidad de cuidarse para no volver a subir es de uno.

 

Bypass Gástrico - 1 año

 Carmen Cardoza Montecinos

Testimonios Cirugía Bariátrica

Mi decisión de operarme fue principalmente por un problema de salud más que de obesidad, sin duda estaba gordita, llegando a pesar  87 kilos y midiendo un metro cincuenta.
Hice todo lo posible para bajar de peso y no pude, estuve en manos de una nutricionista por varios años y pese a todos los tratamientos nutricionales y de ejercicios propuestos por la profesional bajé bien poco, hacía todo lo que me decía pero no hubo resultados favorables. En eso mi salud se empezó a complicar porque me encontraron una  hernia al hiato, así que si o si tenía que tratarla quirúrgicamente  o pasaba a cáncer de esófago, y además complicaba aún más  mi salud porque por mi peso se me declaró una severa apnea del sueño y reflujos, con fuertes ronquidos que muchas veces me despertaban sobresaltada, como que algo me avisaba que me estaba ahogando, tenía que abrir la ventanas para recibir oxígeno, ya que sobre la misma se me complicaba con mi asma bronquial (crónica) que mantengo de muy corta edad y por herencia de mi madre quien la padece. Esto producía un fuerte temor acompañado de pánico al hecho de  quedarme dormida,  me sentía muy mal.

Cuando me tocaron el tema de poder operarme del estómago se me vino a la mente  un montón de temores, se me complicaba cambiar mi estilo de vida sobre todo la parte sicológica y de alimentación. De primera yo no quería nada, pensaba que no iba a poder comer ninguna cosa sólida el resto de mi vida, capaz que iba a quedar mal, también estaba el tema  de si me podía operar por el seguro de mi marido... ya que este tipo de operación tiene su costo y más aún consultado esto  a  su caja previsional, no se lo aceptaban por ser considerada una operación estética y no por salud pese a los documentos presentados, por lo que aumentaban mis temores.

La Dra. que me atendía, en posteriores consultas me dijo que debía considerar  operarme porque el cáncer de esófago era súper complicado y como no bajaba de peso la Dra. me recomendó operarme del estómago. Averiguamos todo, incluso si me lo podía hacer acá en Puerto Varas (nosotros somos de Puerto Montt) y si lo cubría la ISAPRE (Instituciones de Salud Previsional, sistema privado de seguros de salud en Chile), el sistema de salud de mi marido propuso efectuar la operación en Santiago, pero analizando los gastos, traslado, consultas, controles y que grupo multidisciplinario realizaría la cirugía, mi marido me entrego todo su apoyo  y logró que su sistema previsional cancelara los gastos y se los descontara en mensualidades, lo que afortunadamente fue aceptado.

Ya con estos antecedentes, empecé con los exámenes de rigor solicitados por el Centro de Obesidad de la Clínica Alemana de Puerto Varas, los que en primera instancia no salieron muy bien y tendrían primeramente que estabilizarme por problemas que reflejaban algunos exámenes y el que presentaba mayor problema era  el del esófago por sus heridas. Estuve aproximadamente cuatro meses con un tratamiento de dieta liviana hasta que  sanara lo mejor posible el esófago  y llegar en mejor condición para operarme.

El médico tratante,  DR. RAIMANN me dió una positiva y clara explicación del significado de esta intervención, me manifestó que se  terminarían muchos  problemas que yo tenía, el principal sería mi salud y con ello mi persona  estéticamente hablando, también mejoraría mi  estabilidad anímica la que  iba a estar mucho mejor. Nunca pensé que iba a estar tan bien como estoy ahora, incluso  pensé: ¡cómo va a ser tanto, que si me opero se van a solucionar tanto problemas!, pero así fue, en cuanto fui dada de alta y llegue a mi casa, lo primero que me felicitaron era que ya no roncaba.

Todo esto es un sacrificio, aprender a comer de nuevo, igual hago mis desordenes pero a conciencia que no debo hacerlo, no debo, pero una cosa poca creo que no afecta del todo. Estoy tan contenta de como estoy que si yo veo que voy a subir de peso me detengo de inmediato, porque me ha costado mucho llegar a como estoy (un año de sacrificio). El primer mes es complicado, me sentía débil, me cansaba, llegué a caer en hipoglicemias, fueron muchos controles para irme nivelando. Además que yo veía que la comida era tan poca, pura agua (sopitas, caldos, jugos, líquidos). Ahora que he pasado por toda esta experiencia puedo decir que el cambio fue tan grande que todos los temores de antes y después de la cirugía quedaron atrás, estoy feliz de estar como estoy ha sido un gran cambio, todos me encuentran bien, que me cambió la vida, me dicen, que soy otra, que rejuvenecí y lo más importante es que yo me siento bien, que puedo hacer gimnasia, que ya no me canso. Además tenemos una mejor relación con mi esposo, con mi apnea él estaba pensando en irse a dormir a otra pieza, pero esto quedó en el pasado, bien para los dos.

El equipo médico ha sido de gran ayuda, ellos están siempre preocupados, me  llaman para recordarme  las fechas de mis controles, han involucrado a mi esposo en todo esto y por ello nos hemos sentido más apoyados, y en los controles  nos dan todo el tiempo sin ningún apuro, la nutricionista nos explica todo, se preocupa por nosotros.

Lo que parece un gasto producto de la operación y viendo los cambios radicales de vida nos hace decir que realmente valió la pena y sé que debo cuidarme de por vida.

Ahora, en febrero cumplo un año de haberme operado y estoy pesando 53 kilos, he bajado 34 kilos. Ahora me cuido, me puedo comprar ropa, todo me queda bien, estoy feliz. Esto está corroborado por la Sra. Nutricionista quien manifestó que estoy en el peso correcto conforme a mi estatura.

Yo no pretendo subir de peso, me ha costado  tanto llegar hasta donde estoy que ahora he tomado como doctrina mantener  todas las precauciones y cuidarme mucho, por mi salud como por mi vanidad femenina, además es tan poquito lo que hay que comer y todo es más sano.  

 Para todos los lectores, que esta vivencia pueda servir de incentivo para que puedan tomar una decisión, y al equipo médico comandado por el DR. FELIX RAIMANN un agradecimiento especial  en reconocimiento de su alta calidad profesional, que sin duda ha sido reconocida por sus muchos pacientes.      

Fdo. CARMEN CARDOZA MONTECINOS

 

 

Manga gastrica - 8 Meses

Osvaldo Mardones Cuevas

Testimonios Cirugía Obesidad

Yo me hice una Manga Gástrica hace 8 meses, para mí desde siempre era como un sueño no cumplido, porque hay mucha gente que se la quiere hacer pero no puede. En mi caso lo más determinante es que en mi familia está muy presente la diabetes, ser gordo nunca fue un problema para mi, fui seleccionado de basquetbol, hacía  mucho deporte, pesas y no tenía problemas siendo gordo, pero sí lo era verme diabético. Porque yo cuide a mi papá diabético hasta que falleció a los 48 años cuando yo tenía 17 años y no quería pasar por esa experiencia, no fue  grata. A un pariente un mes antes que me operaran le encontraron diabetes y yo no quería pasar por eso, es una enfermedad silenciosa pero muy cruel.

Yo había preguntado un año antes, me dijeron que debía bajar algunos kilos, me metí al gimnasio, hacía de todo y no bajaba ni un gramo. Se me dio la posibilidad de operarme, pregunté en la ISAPRE y me dijeron que si me cubría los costos. Entonces hablé con el Dr. Raimann. Me hice todos los exámenes había conversado con mucha gente, tenía muy claro todo, sabía que era una cirugía mayor. Un día lunes 11 de mayo entré a pabellón. Mido 1.72 mts y pesaba 122 kg.

Después del primer día de la operación me pregunté por qué diablos lo había hecho ya que me dolía todo, me preocupaba el tema de bajar de peso y quedar muy suelto, pero bueno al final me reía de eso, diciendo que  con la piel sobrante fabricaría monederos para vender. Tengo un grado de flacidez mínima, pero de haber pesado 122 kg y hoy pesar 74, debí haber quedado más suelto pero no ocurrió, me dicen que tal vez es porque tomo bastante agua y como iba frecuentemente al gimnasio no tengo prácticamente nada de piel sobrante, aún con esta baja de peso tan importante en tan poco tiempo, en el fondo me quité a una persona  de encima.

Mi mentalidad sigue siendo la de un gordo, esto que soy ahora es la talla más chica que ha tenido en mi vida, antes compraba lo que me quedaba bueno así fuese una camisa con flores, si era lo único que te quedaba no habían muchas opciones, ahora voy y tengo tanto para elegir que no sé qué comprar. Además todavía sigo bajando de peso, se supone que yo ya estoy en mi peso ideal. El Dr. Raimann me indicó que debo estabilizarme entre 75 a 80 kg. Estoy en 74 y sigo bajando, la nutricionista se preocupa porque no tengo que bajar mas, así que tengo que tratar de alimentarme con mas proteínas y no bajar de donde estoy.

Tengo amigos que se han hecho la misma operación y han vuelto a engordar. Yo creo que hay que cuidarse, hay que hacer un esfuerzo, una cosa es la cirugía que ayuda en la baja brusca de peso, pero el mantenerse y el cambio de mentalidad depende de uno. Son muchas las cosas que nosotros perdemos por ser gordos, tenemos que tolerar que muchos se rían del “gordo”. Recién tengo 42 años y un hijo recién salido de la universidad, he cumplido, ahora me toca a mí.

Todavía estoy con dieta, incluyendo las proteínas, todavía nada seco porque quedo atorado, pero no me complica, han cambiado algunos gustos, cosas que no he podido comer como por ejemplo el chocolate y las cosas dulces.

Mi vida ha cambiado no sólo en lo físico, que es evidente o en el ropero, sino en descubrir qué amigos tengo, rejuvenecí, aumenta el ego, me visto mejor porque ahora tengo más opciones, pasé de talla xxxl a talla s. Me siento bien, estoy contento.

Uno no busca la operación sino busca la mejoría, hay que cambiar de mentalidad para que no volver a engordar, hay que seguir cuidándose.

 

 

Bypass gástrico - 1 año 3 meses

Denis Sanhueza Constanzo

Testimonios Cirugía Obesidad

En general siempre he sido una persona feliz, con más kilos o menos kilos, antes del bypass  llegué a pesar casi 115 kilos lo que me clasificaba en una obesidad mórbida con un índice de masa corporal de 40, un hígado graso, acides constante, ronquidos, apnea del sueño y una insulino resistencia que pese a realizar muchas dietas no me permitía bajar de peso, caminar o subir escalas me cansaba mucho.

Durante la noche roncaba demasiado y en algunos lapsus dejaba de respirar, eso no permitía que mi esposo pudiera descansar pues con mis ronquidos yo no lo dejaba dormir y por otro lado él estaba alerta para despertarme cuando yo dejaba de respirar, eso provocaba que todos los días mi esposo estuviese cansado, somnoliento; en ocasiones me despertaba durante la noche y mi esposo no estaba al lado, como yo roncaba muy fuerte él se iba a otra habitación a dormir, eso empezó a angustiarme demasiado y comencé a buscar información sobre cómo tratar los ronquidos y la apnea del sueño, llegué a imaginar mis noches conectada a una máquina, eso me daba mucho miedo.

Mi mayor conflicto no era mi apariencia física sino el afectar la calidad de vida de mi esposo y de mi hijo.

¿Cómo llegué a pesar casi 115 kilos midiendo 1,63 Mts.?
Cuando nació mi hijo tuve una depresión post parto y nadie se percató de ello, empecé a comer chocolates en forma obsesiva y me justificaba pensando que por el tiempo de trabajo yo no tenía tiempo de almorzar por lo tanto suplía mi alimentación comiendo chocolates y luego al llegar a casa comía más de lo que debía pues no me había alimentado bien en todo el día, como consecuencia de este mal hábito de alimentación, fui subiendo y subiendo de peso, cuando me di cuenta de mi obesidad traté de bajar haciendo diversas dietas, luego fui al médico y él me sugirió un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada donde debía comer por lo menos 5 a 6 veces al día y consumir mucha agua, logré bajar 10 kilos, luego cambié de trabajo y dejé de realizar mi alimentación equilibrada, volví a una etapa desordenada de alimentación y subí mucho más de lo que había logrado bajar.

Buscando solución a la angustia de no dejar dormir a mi esposo debido a mis fuertes ronquidos llegué a la consulta del Dr. Félix Raimann en la Clínica Alemana de Puerto Varas, pues en lo que investigué me di cuenta que parte de la solución era bajar de peso. El Dr. Raiman me solicitó diversos exámenes y llegó a la conclusión que lo indicado para mí era un By pass gástrico, me explicó tanto a mí como a mi esposo en qué consistía esta intervención y los posibles riesgos existentes. Mi esposo y yo tomamos en conjunto la decisión de operarme, gracias a Dios fue una decisión acertada, claro que obviamente no fue un proceso fácil, el día de la operación tuve el apoyo de mi esposo y de un equipo médico que me dio la  tranquilidad y confianza de estar en buenas manos.

Después de la operación, ¡Ups! fue difícil e incomodo sentir muchas nauseas, malestares, dolores, claro que me concentraba pensando en que tenía la posibilidad de solucionar un gran problema, primero tuve durante una semana un régimen de alimentación liquido, luego dos semanas un régimen de papillas, estas dos semanas fueron eternas para mí se me hacía muy difícil comer las papillas, llamaba a la nutricionista para pedirle seguir con el régimen liquido a lo que ella respondía que no era posible pues debía preparar mi estómago para comer después cosas picadas y finalmente en forma normal, la nutricionista me sugería diversas formas para preparar las papillas y que se me hiciera más fácil comérmelas.

Ahora felizmente puedo contar que llevo un año tres meses desde que me operé y que ha sido gratificante poder dormir bien, tener a mi esposo a mi lado toda la noche y que ya no esté cansado como antes, también es muy grato poder comprar la ropa que quiero y no tener que depender sólo de lo que antes encontraba para mi talla (XXL).

Antes de la operación temía que mi piel quedara suelta, en especial la de mi cara, pero no ha sido así, la nutricionista me dice que es porque he seguido con buenos hábitos alimenticios y que consumo agua en forma regular.

Mi familia me apoya mucho, yo no los he presionado para cambiar sus hábitos pero igual han cambiado un poco y están teniendo una conducta de alimentación saludable.

He aprendido a comer por lo menos 5 a 6 veces en el día, ahora entiendo que el desayuno es imprescindible, alrededor de las 11 a.m. tomo una colación (yogurt o fruta), almuerzo a las 14:00 hrs.,  tomo una colación a media tarde (17:00 hrs.), ceno a las 20:00 hrs y en la noche tomo una leche o como una fruta.

Ha sido muy bueno operarme, estoy muy contenta, actualmente peso 67 kilos y tengo una talla 42, he aprendido a priorizar mi  alimentación en base a proteínas.

Bypass Gástrico Denis Sanhueza